martes, diciembre 09, 2008

La Canción de Juan Callejero

Ojos que no ven,
nariz que no siente,
y una vena que se hincha
de música en el vientre.

Áspero compositor
de melodías silenciadas
por ansiedades abismantes
que dejan su boca taimada.

Y hoy,
con un DO en la garganta,
su cuerpo ha estallado.
Ave muerta en el suelo,
contra su reflejo ha chocado.

Pero en un bar citadino
él lo dijo bien alto:
“¡prefiero morir a perder la vida,
sólo de mí yo soy esclavo,
pobre de quien me contradiga!”

Ese fue el Juan Callejero,
que aunque nunca haya competido,
al final llegó primero.

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